POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ
A pesar de los hermosos paisajes del país y las personas que encuentran alegría en los placeres simples de la vida, vivir en Guatemala puede ser un desafío. Más de la mitad de sus ciudadanos viven por debajo del umbral nacional de pobreza, el 25% vive en la pobreza extrema ganando menos de $2 al día. Además, el país ocupa el puesto 13- en el mundo por su nivel de desigualdad de ingresos.
The effects of a 36-year civil war can still be seen all over Guatemala, even after more than two decades of peace. Corruption, unemployment and violence are commonplace, impacting families living in poverty for generations.
La lucha de los guatemaltecos contra la pobreza no tiene una solución fácil. Sabemos que la graduación de la escuela secundaria es una de las salidas, al igual, que la necesidad de apoyo más allá de lo académico.
La primera prioridad es la supervivencia.
Para las familias que viven en la pobreza, la educación rápidamente queda en segundo plano para obtener ingresos. En Guatemala, el número promedio de años completos de educación por adulto es de 3 años y medio. Solo el 70% de los niños se gradúan de la escuela primaria (grados 1-6), el 32% de la escuela básica (grados 7-9) y solo el 18,6% de la escuela secundaria (grados 10-12).
El acceso a la atención médica es un desafío.
En Guatemala, solo hay nueve médicos por cada 10,000 personas. Muchos no pueden pagar el costo de los tratamientos y medicamentos. Las principales causas de muerte aún incluyen enfermedades tratables, tales como neumonía, diarrea y desnutrición. La infección respiratoria y la diarrea son la principal causa de muerte en los bebés. De hecho, la tasa de mortalidad infantil es extremadamente alta. Además, la desnutrición es un problema grave, especialmente entre los niños.
La vivienda inadecuada afecta el aprendizaje y la salud
Muchas personas en Guatemala viven en condiciones inadecuadas e inseguras, con un 67% viviendo en hogares sin techos y sin suficiente espacio habitable. Las casas en áreas rurales están hechas de chatarra. También es común ver casas construidas con paredes de tallo de maíz y pisos de tierra. Muchas de estas viviendas tampoco tienen sistemas de agua potable o de sanidad. Estas condiciones pueden provocar contaminación parasitaria de los alimentos, enfermedades potencialmente mortales y tensión familiar.